miércoles, 31 de agosto de 2011

PINTANDO EN KENYA


En la mañana del día 5 de agosto del año 2011 pinté varias obras en los fondos submarinos de la Reserva Marina Nacional de Malindi en Kenia. La más antigua de África. Se creó en 1979        (justo cuando yo realizaba el servicio militar en la Armada Española como buceador) para proteger un tramo de 213 Km2 de litoral, arrecifes costeros y mar abierto, entre el arroyo Mida y Malindi, pasando por Watamu. Albergan algunas de las mejores zonas de Kenia para bucear, con más de 300 especies de peces de arrecife y una gran variedad de invertebrados y aves marinas. En esta reserva crían las tortugas verde y carey y se han localizado tortugas golfina y laúd.
Hasta ese día nadie había pintado bajo las aguas de este maravilloso y salvaje país bañado por el Océano Índico.
Prestaron apoyo a mi trabajo los componentes  del  Diving Center “Blue Fin”, magníficos profesionales con una infraestructura correcta y con un trato humano y amigable. La entrañable Michela, Ángelo y Luisa y el resto de componentes del equipo, nativos la mayoría, dirigen un centro de buceo eficaz y serio. El italiano Lorenzo De Ponti especialista en el registro fotográfico de los nudibranquios de Kenia, me acompañó en las inmersiones realizando fotografías y videos sobre mi trabajo.
En las proximidades de esta zona desemboca el río Galana aportando sedimentos que en esta época del año –invierno- debido a las fuertes corrientes y la falta de visibilidad crea un ambiente submarino hostil y difícil para pintar en ese medio ya que una condición indispensable  es permanecer estático y poder ver.
La inmersión en “Papa Point” (traducido del swahili “Punto de Tiburón” pues suele verse entre otros escualos al temido tiburón blanco) resultó un reto a superar. El agua era turbia con una visibilidad de escasos metros. Me situé frente a dos formaciones coralinas que apenas se distinguían y soportando corrientes racheadas que se intensificaban con el paso de los minutos. Pinté una obra enigmática que recoge a la perfección aquella visión y aquel momento. Durante los últimos diez minutos del trabajo sobre el lienzo, Lorenzo De Ponti, tuvo que apuntalarme con su propio cuerpo ya que la fuerte corriente me impedía acabar el cuadro. Mientras tanto mi mujer María, hacía inmersión con la instructora de buceo también italiana Luisa. El plan previo a la inmersión era reunirse ambas en el fondo con Lorenzo y conmigo para ver el desarrollo del cuadro, pero no nos encontraron. Cuando Lorenzo y yo subimos al barco tuvimos que ir a recogerlas a varias millas  de distancia aproximadamente pues la corriente las había arrastrado a ese punto, que ellas señalizaron con la boya de descompresión. Gracias a ello las pudimos rescatar tras media hora de permanencia en superficie.
Los momentos vividos bajo las aguas de la Reserva Marina de Malindi forjaron un recuerdo imborrable y un  afecto imperecedero a Lorenzo De Ponti , al resto del equipo y a Kenia...¡mi amor eterno!.

                                                                                                                             Alfonso Cruz.
                                                                                                                             Mombasa. Kenia.

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